El Sheriff de San Francisco, Michael Hennessy anunció que comenzará a poner en libertad a inmigrantes indocumentados que están en la cárcel por crímenes menores, aunque autoridades del gobierno federal soliciten que permanezcan detenidos para someterlos a una audiencia de deportación.
San Francisco es una "ciudad santuario", así establecido por una ordenanza aprobada en 1989. La ordenanza prohibe a empleados municipales a ayudar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) con investigaciones, arrestos o hacer cumplir leyes de inmigración a menos que se trate de un delito grave (felony, en inglés).
La nueva política del Sheriff está destinada a hacer cumplir la ordenanza de ciudad santuario, y entrará en vigor el 1ro de junio.
Actualmente, agentes del sheriff mantienen a indocumentados acusados de crímenes menores encarcelados hasta que ICE los llega a buscar. Pero a partir del 1ro de junio, agentes del sheriff los pondrán en libertad dándoles un citatorio, de la misma manera que se haría con un ciudadano de los EE.UU., aunque haya una orden de detención de ICE.
En un editorial publicado el domingo pasado en el San Francisco Chronicle, el sheriff defiende su decisión. Asegura que el "controversial programa Comunidades Seguras destruye los lazos de confianza con los inmigrantes residentes" de la ciudad y pone en peligro la seguridad pública, si personas que han sido víctimas o testigos de un crimen no lo reportan por temor a ser arrestados y deportados.