El gobierno de los Estados Unidos hoy anunció que cancelará la deportación de 300,000 inmigrantes indocumentados actualmente en proceso de ser removidos del país mientras hacen una evaluación de cada caso. Janet Napolitano, Secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) anunció el cambio de política por medio de una carta dirigida al Senador de Estados Unidos Richard Durbin (D-IL), enfatizando que permitirá dedicarle más recursos a la expulsión de criminales convictos y aquellos que puedan ser una amenaza para la seguridad nacional o la seguridad pública.
Indocumentados que no hayan cometido delitos, que tengan importantes lazos familiares y hayan vivido en Estados Unidos desde su infancia, y ancianos, podrían recibir una carta informándoles que su caso queda temporalmente suspendido, pero podría ser reabierto en un futuro. Aunque su permanencia indefinida en el país no les dará a los inmigrantes indocumentados una vía a la residencia permanente, algunas de estas personas podrían ser elegibles para pedir un permiso de trabajo mientras se revisan sus casos.
Como parte de esta nueva política, un equipo de funcionarios del Departamento de Justicia de EE.UU., el DHS y otras agencias gubernamentales que procesan casos de inmigración, trabajarán en conjunto para identificar los casos que no sean de alta prioridad y emitirán una guía a seguir para evitar que estos casos entren en el sistema.
Este cambio de política es una muy buena noticia para los cientos de miles de inmigrantes indocumentados que no son criminales, que tienen familia y han vivido en este país toda su vida. La suspensión de estas deportaciones les compra un poco de tiempo hasta que finalmente haya una reforma inmigratoria integral que los pueda amparar.