El gobernador de Illinois, Pat Quinn, anunció ayer que su estado no participará más en el programa Comunidades Seguras. El gobernador envió una carta al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) notificándole que el estado se retira del programa, porque el gobierno federal lo está aplicando de forma discriminatoria, y porque no está cumpliendo con su misión original de localizar a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales graves.
Según el gobernador Quinn, de todos los indocumentados deportados de Illinois, menos del 20% ha sido condenado por un delito grave y más del 30% de los deportados nunca han sido convictos de un crimen. Ante esta preocupación, el gobernador suspendió el programa en noviembre del 2010 y ayer oficialmente lo eliminó.
Bajo los términos del programa, cuando una persona es arrestada, automáticamente revisan sus huellas digitales contra la base de datos del FBI y contra la del Departamento de Seguridad Interna (DHS), para verificar el estatus legal de la persona, y así encontrar a inmigrantes indocumentados. Si las huellas coinciden con alguna dentro del sistema biométrico del DHS, se notifica a ICE, para que procesen a la persona bajo las leyes de inmigración.