Hoy la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó que parejas homosexuales pueden casarse legalmente en todos los estados del país.
Con este fallo, la Corte declaró inconstitucional los esfuerzos de varios estados alrededor del país de discriminar en contra de personas del mismo sexo al no permitirles obtener licencias para contraer matrimonio o reconocer la validez de estos matrimonios.
La decisión de la Corte también beneficiará a parejas inmigrantes gay, porque personas del mismo sexo ya no tendrán que ir a otros estados para casarse legalmente y obtener beneficios maritales, incluyendo el derecho de someter una petición familiar para un cónyuge.
El fallo de la Corte fue 5-4, con el conservador juez Anthony Kennedy uniéndose a los jueces Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan para obtener la mayoría.
Los jueces John G. Roberts, Antonin Scalia, Clarence Thomas y Samuel Alito votaron en contra de la decisión.
En el 2013, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) reconoció que parejas del mismo sexo que estaban casadas legalmente pueden presentar peticiones para sus cónyuges. Pero vivir en un estado donde se prohibía el casamiento entre personas gay era un gran obstáculo, porque las parejas no podían conseguir licencias de matrimonio y sus uniones legales. Esto les obligaba a viajar a un estado que sí les permitiera casarse legalmente. Eso ya no será necesario.
La comunidad gay, lesbiana, bisexual y transexual (LGBT, siglas en inglés) ha sido víctima de discriminación por muchos años.
Recién en 1990 el Congreso de Estados Unidos terminó la exclusión de personas con orientación sexual del mismo sexo bajo las leyes de migración. Ese mismo año, la Junta de Apelaciones de Inmigración sentó precedente al reconocer, por primera vez, que una persona podía ser perseguida por su orientación sexual y otorgarle protección de deportación a un hombre gay.
Entre 1993 y el 2010, la denominada "prohibición de VIH" (HIV ban, en inglés) impidió que muchos inmigrantes homosexuales pudieran emigrar o visitar temporalmente los Estados Unidos y hasta el 2012, inmigrantes transgénero tenían que demostrar que se habían hecho cirugías para cambiar su sexo antes que el USCIS reconociera su identidad de género en sus documentos oficiales.
El fallo de la Corte Suprema es una victoria en la lucha contra la discriminación por orientación sexual. Ninguna persona debería ser discriminada por querer casarse y obtener beneficios maritales otorgados a personas heterosexuales. Hoy ganó la igualdad para todos.