Sin dar explicaciones, la Corte Suprema de Estados Unidos hoy anunció que no escuchará el recurso interpuesto por el Departamento de Justicia en julio. En su petición, le urgía al máximo tribunal de justicia reconsiderar su dictamen sobre los programas inmigratorios propuestos por acción ejecutiva del Presidente Obama en noviembre del 2014.
La decisión pone un punto final a las medidas legales que puede presentar la Casa Blanca para salvar DAPA, el programa de acción diferida para padres de residentes o ciudadanos estadounidenses, y la expansión de DACA, que beneficia a indocumentados que llegaron al país cuando eran niños.
Un juez federal en Texas bloqueó la implementación de los dos programas en febrero del 2015 luego que 26 estados del país presentaran una demanda argumentando que las medidas eran inconstitucionales y provocaría un perjuicio financiero si tenían que emitir licencias de conducir para miles de indocumentados que quedarían amparados con DAPA y expansión de DACA.
Desde entonces, se llevó a cabo una batalla en las cortes que culminó en la Corte Suprema. Pero tras la muerte del juez Antonin Scalia y la resistencia del Congreso de los Estados Unidos de aceptar la nominación Merrick Garland y confirmarlo como su reemplazo, la Corte Suprema empató 4 a 4, manteniendo en vigor la decisión la Corte Federal de Apelaciones del Quinto Circuito.
Ahora el juez Andrew Hanen, quien bloqueó las medidas el año pasado, tiene que emitir una decisión sobre la demanda de los 26 estados. Esa decisión puede apelarse, abriendo la posibilidad de que el caso llegue nuevamente a la Corte Suprema.