El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, siglas en inglés) emitió una nueva directiva para suspender la deportación de inmigrantes sin antecedentes penales graves que tienen solicitudes de residencia pendientes o aprobadas por parte de familiares que son ciudadanos o residentes legales.
Se están revisando aproximadamente 17,000 casos pendientes de inmigración para determinar quienes son elegibles para permanecer en el país según los criterios delineados en un memorando emitido por ICE. Ese memorando indica "una nueva política", que en principio procesaría la deportación de inmigrantes indocumentados con antecedentes penales que se consideran una amenaza para la seguridad nacional y pública.
Además, con el fin de resolver los casos de deportación pendientes lo más rápido posible, se ha delineado un plan de colaboración entre ICE y el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, siglas en inglés) para agilizar el proceso y dictamen de sentencia de las solicitudes referidas por ICE al USCIS, para que estas se lleven a cabo dentro de un período de 30 días para extranjeros detenidos y 45 días para extranjeros no detenidos.