Esta semana en mi columna en La Opinión, explico porqué jóvenes indocumentados, conocidos como los DREAMers, deben consultar con un abogado de inmigración antes de someter la solicitud de acción diferida. No se trata nada mas de llenar un formulario. Podrían haber serias consecuencias legales si se somete la solicitud sin revisar el historial inmigratorio de la persona.
Como abogado e inmigrante venido a este país de niño, me enfurece la injusticia y que se aprovechen de inmigrantes que buscan una mejor vida en este país. Por eso, me preocupa cuando notarios u otras personas no autorizadas a dar consejos legales realizan trámites que perjudican a inmigrantes, y cuando se propaga información errónea sobre temas inmigratorios en los medios de comunicación.
El anuncio que el gobierno implementará un programa de acción diferida para jóvenes indocumentados que cumplen con una serie de requisitos ofrece esperanza a cientos de miles de DREAMers. Pero la realidad es que no todos serán elegibles. Me alarma que se difunda en los medios que no es necesario contratar un abogado para hacer el trámite o que ningún joven indocumentado tiene recursos económicos para cubrir los gastos.
Esto no es cierto.
Muchos jóvenes estarán tentados a hacer la solicitud por su cuenta, sin consultar con un abogado. Pero a veces, lo que parece fácil puede ser complicado. Por ejemplo, si un joven tuvo problemas con la ley, aún como menor de edad, o si alguna vez sometió una petición para ajuste de estatus con datos erróneos o falsos, podría ser descalificado para acción diferida.
¿Alguna vez viajó fuera de los EEUU? ¿Cómo puede demostrar que vivió continuamente en el país desde el 15 de junio del 2007? ¿Alguna vez usó una identidad o número de seguro social falso, o documentos de algún familiar para obtener una identificación, un trabajo o licencia de conducir?
Sólo un abogado o representante acreditado por el gobierno puede asesorarlo legalmente y explicarle las consecuencias de sus actos pasados sobre su actual caso inmigratorio.
Un abogado analizará la situación y elegibilidad de la persona para acción diferida y revisará su historial inmigratorio completo para ver si hay riesgos en someter la solicitud. También evaluará si existen otras opciones migratorias que lleven a la residencia permanente, ya que la acción diferida es un programa que otorga un amparo temporal.
Si hace el trámite por su propia cuenta y recibe una notificación del gobierno declarando que la evidencia enviada es insuficiente, le niegan su solicitud, o le piden presentarse en la corte de inmigración, debe actuar rápido y buscar ayuda legal.
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