Días después que el presidente mexicano Felipe Calderón visitara la Casa Blanca, el presidente Barack Obama anunció el envío de 1200 tropas a la frontera para imponer control y seguridad en la zona. Según fuentes noticiosas, el envío de soldados es temporal, con el objetivo de realizar misiones antidrogas, mientras se entrena personal de agencias civiles.
La Casa Blanca niega que la medida sea en respuesta a la ley SB1070 pasada en Arizona. Aseguran que las tropas de la guardia nacional no son para militarizar la frontera ni para luchar contra la inmigración, pero la acción alarma a grupos pro-inmigrantes. La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, siglas en inglés) anunció su oposición al despliegue militar a la frontera.
Hoy el Senado rechazó una enmienda republicana presentada por el senador John McCain (R-AZ), que proponía enviar 6 mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera.
El despliegue de tropas a la frontera se está interpretando como un gesto de Obama para conseguir apoyo republicano a la reforma migratoria. Sin embargo, hasta el momento ningún republicano la apoya.