El senador John Cornyn (R-TX) y el congresista Henry Cuellar (D-TX) el martes presentaron un proyecto de ley que ellos dicen resolvería la crisis humanitaria de niños indocumentados en la frontera al agilizar el procesamiento de los menores para enviarlos de regreso a sus países de origen.
El proyecto de ley es titulado Ayudando a Niños sin compañía y Aliviando la Emergencia Nacional (Helping Unaccompanied Minors and Alleviating National Emergency Act - HUMANE, por sus siglas en inglés).
Estos son los puntos claves de la propuesta:
1. Crea un proceso modificado de deportación acelerada para todo niño extranjero no acompañado. Este proceso especial funcionaría de la siguiente manera:
- Dentro de las primeras 48 horas después que un menor no acompañado es detenido, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, siglas en inglés) deberá evaluar al menor para determinar si el niño ha sido o podría ser víctima de trata de personas, si tiene una razón creíble de regresar a su país de origen, o si desea regresar voluntariamente a su país de origen.
- Si el CBP determina que el menor tiene un motivo legítimo para permanecer en Estados Unidos, el menor será entregado a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR, siglas en inglés) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. y deberá presentarse frente a una corte de inmigración.
- Los menores tendrán su audiencia en el tribunal de inmigración en un plazo de 7 días después de que hayan sido procesados por el ORR.
- Se establecería un período máximo de 72 horas para que un juez de inmigración decida si un menor no acompañado debe ser deportado o puede permanecer en EE.UU. para solicitar algún beneficio migratorio frente a la corte de inmigración. No se puede apelar la decisión del juez.
- Si el menor ha expresado tener miedo de regresar a su país de origen, el menor será referido a un oficial de asilo del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS, siglas en inglés) quien determinará si el menor tiene un miedo creíble.
- Si el oficial de asilo determina que el menor tiene un miedo creíble de regresar a su país de origen, el menor será referido a la corte de inmigración para presentar formalmente su solicitud de asilo.
- Si el oficial de asilo determina que el menor NO tiene un miedo creíble de regresar a su país de origen, el menor será deportado de los EE.UU. al menos que el menor pida que la decisión del oficial de asilo sea revisada por un juez de inmigración.
- Si el juez de inmigración avala la decisión del oficial de asilo, el menor será deportado de los EE.UU. lo más pronto posible ya que la decisión del juez no se puede apelar.
- Si el juez de inmigración no está de acuerdo con la decisión del oficial de asilo, el menor podrá solicitar asilo frente a la corte de inmigración.
- El menor deberá permanecer en la custodia del ORR mientras se decide su solicitud de asilo u otra solicitud de beneficios migratorios frente a la corte de inmigración.
- El menor no tendrá derecho a representación legal pagada por el Gobierno federal.
2. Autoriza el nombramiento de 40 nuevos jueces de inmigración para manejar los casos de menores no acompañados.
3. Exigiría al ORR investigar los antecedentes de la persona a quien se entregue un menor. Esto incluiría procesar sus huellas dactilares.
4. Prohíbe que un menor sea entregado a la custodia de una persona que haya sido condenada por tráfico humano u ofensas sexuales.
5. Dirige al Departamento de Seguridad Interna de EE.UU. a crear y reportar una estrategia para mejor entender la crisis en la frontera y obtener control operacional de la frontera y poner en práctica un sistema de salida biométrica.
6. Expande y autoriza el funcionamiento de unidades de la Guardia Nacional de EE.UU., autoriza aumentos en el personal del CBP, y dirige la actualización de la tecnología a lo largo de la frontera sur.
La propuesta de Cuellar y Cornyn tiene como intención modificar la ley William Wilberforce de Reautorización para la Protección de Víctimas del Tráfico de Personas (TVPRA, en sus siglas en inglés), aprobada en el 2008 durante el gobierno del presidente George W. Bush.
Esa ley impide la deportación acelerada de niños migrantes indocumentados que no son de países fronterizos con los EE.UU.
Actualmente, el gobierno puede deportar inmediatamente a ciertos niños indocumentados de México o Canadá, porque son países que comparten frontera con Estados Unidos. Pero en el caso de niños de otros países, un juez de inmigración es quien decide si deben ser o no deportados, algo que puede tomar meses antes de que se tome una determinación.
Grupos pro-inmigrantes, incluyendo la Asociación Americana de Abogados de Inmigración de quién yo soy miembro, se oponen al proyecto HUMANE por varias razones, incluyendo las siguientes:
1. El proyecto quita protecciones legales existentes a los menores no acompañados de países que no son fronterizos con los EE.UU.
2. El CBP tiene un historial de deficiencias en la evaluación de personas que expresan un temor de regresar a su país de origen.
3. Las leyes de inmigración son complicadas y no se puede esperar que un niño se defienda solo en un proceso de deportación acelerado.
El proyecto HUMANE debe ser aprobado por el Senado y la Cámara de Representantes de EE.UU. para que sea efectiva. Ya el Caucus Demócrata del Congreso ha dicho que no apoya la iniciativa porque considera que castiga y criminaliza a los niños.