En mi columna Consulta Migratoria® de esta semana analizo cómo trató el tema de inmigración el Presidente Trump en su primer discurso ante el Congreso y qué puede significar para los inmigrantes indocumentados
Esta es la columna:
Tal como se esperaba, en su primer discurso ante el Congreso como Presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump habló sobre inmigración.
Recalcó que se harán cumplir las leyes de inmigración, se reforzará la seguridad fronteriza, se construirá el muro con México para impedir el flujo de indocumentados y se seguirá expulsando del país a “pandilleros, narcotraficantes y delincuentes que amenazan nuestras comunidades y buscan sus víctimas entre nuestros ciudadanos”.
Aseguró que hacer cumplir las leyes de inmigración tendrá como efecto el aumento de salarios de trabajadores legales en el país.
¿Cómo? Eliminando el componente de empleados indocumentados que aceptan salarios inferiores.
El tema laboral ha sido uno de los puntos claves de la campaña de Trump, en la cual acusó a inmigrantes de quitarles trabajos a estadounidenses y a empresas nacionales de subcontratar a gente fuera del país, causando la pérdida de empleos.
Por eso, y luego que ordenara la implementación de acciones ejecutivas que ocasionaron gran preocupación en la comunidad inmigrante, el Presidente dijo algo que muchos no esperaban oír:
“Voy a traer de vuelta millones de empleos. Proteger a nuestros trabajadores también significa reformar nuestro sistema de inmigración legal. El actual sistema obsoleto deprime los salarios de nuestros trabajadores más pobres, y ejerce una gran presión sobre los contribuyentes.”
Dentro del contexto laboral, volvió a enfatizar el punto de una reforma migratoria en otra parte de su discurso:
“Creo que la reforma migratoria real y positiva es posible, mientras nos enfoquemos en los siguientes objetivos: mejorar el trabajo y los salarios para los estadounidenses, fortalecer la seguridad de nuestra nación, y restaurar el respeto hacia nuestras leyes.
Si nos guiamos por el bienestar de los ciudadanos estadounidenses, creo que los republicanos y los demócratas podemos trabajar juntos para lograr un resultado que ha eludido a nuestro país durante décadas”, dijo el Presidente Trump.
Fueron unas breves líneas casi escondidas dentro de un discurso en el que advierte que se tomarán fuertes medidas para hacer cumplir la ley de inmigración y expulsar a quienes la violan, pero que marcan una señal de esperanza para la comunidad inmigrante.
Se ha hablado mucho sobre la imposibilidad de deportar a 11 millones de indocumentados. La realidad es que la mano de obra de muchos de estos inmigrantes es necesaria para el funcionamiento de ciertas industrias dentro del país. Era de esperarse que en algún momento se hablara de una reforma migratoria para evitar que se desmorone la industria agropecuaria, por ejemplo, que depende de trabajadores inmigrantes, en su mayoría indocumentados.
El Presidente en este momento cuenta con una mayoría republicana en el Congreso y si realmente quisiera lograr una reforma migratoria, este es el momento para presentar un proyecto de ley.
Pero queda por verse que tipo de propuesta podría presentarse y con que restricciones. Aunque sí avanzara el proyecto, lo más probable es que tomará tiempo antes que se apruebe e implemente.
Hay que mantenerse optimista y pensar que podría haber un cambio en la política migratoria de esta nueva administración. Pero eso no significa que hay que quedarse quieto.
Los operativos de agentes de inmigración continuarán. Por eso, hay que evitar cualquier problema con la ley. No quieren ponerse en la mira de las autoridades migratorias.
No esperen más. Si no lo han hecho antes, consulten con un abogado de inmigración para ver si tienen alguna vía legal para poder permanecer en el país y ponerla en marcha. Después de tanto esfuerzo para tener una mejor vida en este país, sería una pena perderlo todo por no tomar acción.